Ciudad estacionamiento.

Llevo casi tres años viviendo en la ciudad de Puebla y aún no logro acostumbrarme del todo a ella. Los buenos amigos y momentos son los que me hacen sobrellevar de mejor manera esta etapa. Debo admitir que el cambio al principio fue abrupto, sin embargo de manera lenta y paulatina uno se acostumbra al silencio en la habitación, a la comida sobre cocida o cruda, a la pereza. A la ciudad.

Puebla a pesar de ser una ciudad pequeña en comparación con el monstruo del distrito federal (hoy CDMX) Guadalajara o Monterrey, crece desmedidamente y a un paso acelerado, tanto en población como en extensión territorial. Tan grande es el fenómeno que municipios aledaños a la ciudad han pasado a formar parte de ella o citando a un compañero de la facultad: "no sabemos si pertenecemos aún al municipio de San Pedro Cholula o al de Puebla"; la deformación urbana no cesa y, en una ciudad histórica el proceso de gentrificación y urbicidio se vive día a día.

Actualmente vivo en el centro histórico de la ciudad, lugar donde el fenómeno de la gentrificación se puede percibir de mejor manera. Las políticas de turismo por parte del actual gobernador destruyen los inmuebles históricos por beneficiar la iniciativa privada. Lo que importa al parecer es la "modernización"; hace unos meses se decidió por parte del gobierno panista desintegrar la casa del escritor, lugar donde confluian diferentes tipos de talleres, conferencias e incluso servía como refugio para escritores extranjeros perseguidos políticamente. Seguido a la privatización de la Casa del escritor, en el mes de octubre la antigua plaza de toros "El relicario" fue puesta a la venta. La comunidad de historiadores calla ante tal situación. Mientras tanto el gobierno en turno parece esforzarse por desechar los monumentos históricos y espacios culturales.

Sumado a lo anterior con regularidad paso las tardes de los fines de semana caminando por las calles del centro, empero en el último año de mi estancia en Puebla he notado la inmensa cantidad de estacionamientos que se han construido. Los fines de semana los letreros "cupo lleno" tapizan la acera, sobre todo en 7 y 9 poniente; a lado de mi departamento se destruyeron por completo tres casonas pertenecientes al periodo colonial para transformarlas en dos estacionamientos: uno de planta baja y el otro con tres pisos. De igual forma la zona Paseo Bravo fue modificada para la construcción de estacionamientos subterráneos, con aprobación del INAH-Puebla. La ciudad estacionamiento no solo corresponde al ámbito poblano, en distintas ciudades de la república se nota cada día más afluencia de automóviles, más estacionamientos y sobretodo una inmensa modificación de la "ciudad histórica".

Lo anterior conlleva a realizarnos varias reflexiones. En un primer momento se puede concluir que el crecimiento de la urbe, trajo consigo una inmensa ola de automóviles, la demanda de estacionamientos, entonces significa una entrada económica bastante grande. La ciudad por ende enfrentará - en un futuro no muy lejano- problemas ambientales graves. En segundo lugar el "mejoramiento" de la zona urbana o mejor dicho las prácticas de exclusión han hecho que las personas se dispersen hacia las periferias, desplazando a los habitantes de la zona centro por el encarecimiento del estilo de vida. Problema que genera despoblamiento en la zona centro "Según cifras de la coordinadora del Plan de Mane­jo del programa parcial susten­table del Centro Histórico, Nor­ma Leticia Ramírez Rosete, desde 1982 a 2010 se obser­va una despoblación en el Cen­tro Histórico de la capital pobla­na, pues hasta hace unos años había 289 mil habitantes pero de acuerdo con las cifras más recientes la cantidad llegó a 41 mil 91 habitantes"(http://elpopular.mx/local/despoblado-el-centro-historico/) Por último es importante recalcar que las prácticas de urbicidio y transformación del paisaje urbano corresponden a una lógica de carácter globalizador. Observar los fenómenos sociohistóricos desde el lente local, nos lleva a construir de manera artificial nuestro discurso. Existen lugares/resistencias hacia la globalización que luchan fervientemente por mantener su identidad. La pregunta es: ¿Hasta cuando?