Tres poemas de Uriel Martinez
Un palpitar eterno
se despierta cada noche al vibrar tus inteligibles cartas
un palpitar
que recorre todo mi cuerpo
ansioso de leer tus ojos de nuevo,
de escalar las zanjas
de este delirio a tus labios,
carne tierna y delicada.
Cariño mío, envuelve en tus brazos mi cuerpo
frío,
que llora por el calor de tu piel, pidiendo a gritos tu llegada,
para perderme en el abismo
que toda tu silueta emana.
Dulce aroma cautivo dentro
de mis pulmones,
devora mi agitado aliento,
precavido veneno
cada que respiras cerca mío.
El viento despavorido...
El viento despavorido
consciente del funeral aquí tallado,
adorna los viejos troncos con su infame frialdad,
súbitamente empuña los dedos enfermos de tinta,
arrastrándolos al tiradero, al naufragio.
De cinco a uno mueren sobre tus posaderas
poniendo un asta a tu elocuente desvelo.
Cuarta y ultima lluvia...
Cuarta y última lluvia,
(siempre intrusa novela)
hazme sentir que también tocas el celo,
con
la armonía fría de tu nacimiento
de estos párpados incoloros que
tiemblan
entre tímpanos de interminables
agonías,
atravesándome gota a gota,
sepultando éste cuerpo
desmembrado hasta el amanecer.
El autor nació en Puebla en 1996. Actualmente estudia Filosofía en la FFyL BUAP.
